La estigmatización puede incluir estereotipos, lo que puede dar lugar a malentendidos y desinformación. Existen muchos mitos sobre la salud y las enfermedades mentales. A continuación, se exponen algunos de los que es posible que hayas oído, junto con la realidad.
MITOS vs REALIDADES
MITOS vs REALIDADES
Mitos vs Realidades
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MITO
Tener una enfermedad mental significa estar “loco”.
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REALIDAD
En Estados Unidos, 1 de cada 5 personas padecerá una enfermedad mental en un año determinado, ¡es decir, el 20% de la población! ¿Qué te viene a la mente cuando dices la palabra “loco”? Ahora piense en la próxima vez que vaya a una tienda o a un restaurante: ¿encajaría 1 de cada 5 personas en esa imagen? La palabra “loco” significa cosas diferentes para cada persona, pero en realidad, las enfermedades mentales son a menudo una lucha oculta. Al hablar de ello, puede que te des cuenta de que estas experiencias son más comunes de lo que crees y que no tienes por qué luchar solo(a). (Más información).
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MITO
Las enfermedades mentales son para toda la vida. Una vez que recibes un diagnóstico, siempre lo tendrás.
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REALIDAD
La idea de que las enfermedades mentales son “crónicas” y que nunca se va a mejorar es anticuada, de una época en la que las únicas opciones de tratamiento eran medicamentos con graves efectos secundarios y “manicomios” con frecuentes violaciones de los derechos humanos. Padecer una enfermedad mental es ciertamente difícil y algunas personas pueden tener síntomas que aumentan y disminuyen con el tiempo. Sin embargo, la mayoría de las personas con problemas de salud mental pueden mejorar, y de hecho mejoran. (Más información).
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MITO
Tener una enfermedad mental implica que algo va mal en tu cerebro.
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REALIDAD
El desarrollo de una enfermedad mental puede deberse a una combinación de factores, como las experiencias vitales (como los traumas o los malos tratos), los antecedentes familiares de problemas de salud mental y los factores biológicos (como los genes, las lesiones y los trastornos médicos). Aún estamos aprendiendo sobre todos estos factores y no hay pruebas concluyentes de que padecer una enfermedad mental signifique que el cerebro está “mal conectado”. En la mayoría de los casos, no existe una única causa de enfermedad mental.
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MITO
Pedir ayuda para tratar tu salud mental supone ser débil.
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REALIDAD
Se trata de un mito peligroso porque puede disuadir a las personas de buscar ayuda cuando ésta podría beneficiarles. La estigmatización que rodea a la salud y las enfermedades mentales puede ser muy fuerte, por lo que buscar ayuda puede requerir valentía. Pedir ayuda significa simplemente que quieres apoyo y que estás dispuesto a dar los pasos necesarios para conseguirlo. También significa que tienes más posibilidades de hacer cambios positivos.
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MITO
Padecer una enfermedad mental te hace peligroso o impredecible.
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REALIDAD
Los estudios nos dicen que las personas con enfermedades mentales diagnosticadas sólo son responsables del 3-5% de los actos violentos en Estados Unidos (Más información). Los estudios también nos dicen que la relación entre las enfermedades mentales y la violencia se debilita cuando tenemos en cuenta otros factores comúnmente asociados al comportamiento delictivo (Más información). Gran parte de lo que creemos sobre las enfermedades mentales y su peligrosidad o violencia son estereotipos negativos que hemos aprendido a través de los medios de comunicación populares que perpetúan la estigmatización, incluyendo la televisión y el cine. Por ejemplo, se ha descubierto que los medios de comunicación que informan sobre las enfermedades mentales tienden a centrarse demasiado en la relación directa entre éstas y la violencia. (Más información)
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MITO
Los servicios de salud mental son sólo para personas con enfermedades mentales diagnosticadas o trastornos “graves”.
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REALIDAD
Muchas personas experimentan problemas de salud mental sin que se les diagnostique una enfermedad mental o los denominados trastornos “graves”. Todo el mundo experimenta problemas de depresión, ansiedad y estrés en algún momento de su vida y, para muchas de estas personas, los servicios de salud mental podrían ayudarles a desarrollar habilidades para afrontarlos, a mejorar su comprensión de sí mismos y de los demás y a prevenir futuros problemas.
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MITO
No deberías tener que contar tus problemas a los demás para sentirte mejor.
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REALIDAD
Hablar con los demás puede darnos una nueva perspectiva de nuestros problemas y ayudarnos a resolverlos. Reprimir las emociones no hace que desaparezcan; de hecho, puede empeorar las cosas. La presión puede provocar un aumento del estrés e incluso problemas físicos, como dolores de cabeza y musculares, aumento de la tensión arterial y tensión. También puede provocar sentimientos de ansiedad y depresión, y ser perjudicial para nuestras relaciones.
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MITO
Hablar de sentimientos quiere decir que eres “menos hombre”.
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REALIDAD
Por desgracia, debido a las presiones sociales y a la forma en que crecemos, los niños y los hombres pueden ser menos propensos a expresar sus sentimientos a los demás. Esto puede ser especialmente cierto en algunas comunidades. En muchas culturas latinas, el machismo se relaciona con actitudes y comportamientos exagerados en torno a la dominación y la fuerza masculinas, e incluye la idea de que expresar sentimientos y ser vulnerable es poco masculino. El hecho es que tener emociones forma parte del ser humano, y reprimir las emociones puede provocar problemas mentales y físicos. Está bien que los hombres lloren, y la mayoría lo hace a veces.
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MITO
Algunas cosas deberían mantenerse en privado.
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REALIDAD
Es posible que hayas oído la frase “no sacar a las cosas a la luz”, y tiene que ver con no hablar de los problemas personales o familiares fuera de la familia o la comunidad. El no sacar a las cosas a la luz se hace para proteger la intimidad y salvar las apariencias. La familia puede ser un gran apoyo, pero a veces hablar con una persona empática y sin prejuicios fuera del círculo familiar puede aportar beneficios adicionales. Esto es especialmente importante si tienes problemas familiares. Un profesional mantendrá la confidencialidad de lo que hables.
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MITO
Las enfermedades mentales se deben a la debilidad de la personalidad o a defectos de carácter.
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REALIDAD
Tener una enfermedad mental no tiene nada que ver con ser débil, perezoso o imperfecto. Las causas de las enfermedades mentales son complejas y pueden incluir una combinación de factores biológicos, sociales y del entorno. Es imposible que controlemos todos estos factores, pero hay medidas que podemos tomar para mejorar nuestra salud mental. (Más información)